miércoles, 25 de enero de 2012

José Zorrilla


A la memoria desgraciada del joven literato Don Mariano José de Larra (B)

Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana:
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormiraá mañana.
Acabó su misión sobre la tierra,
y dejó su existencia carcomida,
como una virgen al placer perdida
cuelga el profano velo en el altar.
Miró en el tiempo el porvenir vacío,
vacío ya de ensueños y de gloria,
y se entregó a ese sueño sin memoria,
¡que nos lleve a otro mundo a despertar!
Era una flor que marchitó el estío,
era una fuente que agostó el verano:
ya no siente su murmullo vano,
ya está quemado el tallo de la flor.
Todavía su aroma se percibe,
y ese verde color de la llanura,
ese manto de yerba y de frescura
hijos son del arroyo creador.
Que el poeta, en su misión
sobre la tierra que habita,
es una planta maldita
con frutos de bendición.
Duerme en paz en la tumba solitaria
donde no llegue a tu cegado oído
más que la trsite y funeral plegaria
que otro poeta cantará por ti.
Esta será una ofrenda de cariño
más grata, sí, que la oración de un hombre,
pura como la lágrima de un niño,
¡memoria del poeta que perdí!
Si existe un remoto cielo
de los poetas mansión,
y sólo le queda al suelo
ese retrato de hielo,
fetidez y corrupción,
¡digno presente por cierto
se deja a la amarga vida!
¡Abandonar un desierto
y darle a la despedida
la fea  prenda de un muerto!
Poeta, si en el no ser
hay un recuerdo de ayer,
una vida como aquí
detrás de ese f irmamento…,
conságrame un pensamiento
como el que tengo de ti.

José Zorrilla
……….
Éste es el poema que el joven Zorrila (20 años) recitó emocionado y con voz temblorosa en el entierro del también joven literato Larra, que se había suicidado pegándose un tiro. Como poema romántico, contiene todos los temas que le caracterizan: rasgos lúgubres, elogio del muerto, la flor y la fuente como metáforas, el mundo como desierto y la memoria como único consuelo.

sábado, 21 de enero de 2012

Gauchos


LITERATURA GAUCHESCA

Se llama así a un tipo de literatura popular que surgió en Argentina y Uruguay a comienzos del XIX. Lo suelen llevar a cabo personajes cultos que adoptan el lenguaje del gaucho para potenciar la autonomía cultural.
El movimiento brota paralelo al de la independencia política, a partir de 1810.
Podemos considerar como primeros autores gauchescos a Bartolomé Hidalgo e Hilario Ascasubi.
Son poetas urbanos que escriben imitando el lenguaje de los payadores (cantores populares gauchos) para poder hacerse entender de los criollos.
............

Quizá el rasgo más típico de la poesía gauchesca es que es oral y destinada al canto. En el “Martín Fierro”, el protagonista dice:

“Cantando me he de morir,
cantando me han de enterrar,
y cantando he de llegar
al pie del Eterno Padre.
Dende el vientre de mi madre
vine a este mundo a cantar”.
…………
JOSÉ HERNÁNDEZ (hacras de Perdriel, Buenos Aires, 1834 – Belgrano, 1886) (imagen de José Hernández)

Se considera que es el poeta más conocido y representativo de la poesía gauchesca. Nació en una chacra y desde pequeño se familiarizó con las faenas rurales y las costumbres del gaucho.
Interesado por la política, emigró a Paraná e intervino en varias batallas.
Publicó artículos referidos a la cuestión del gaucho y de la tierra, la política de fronteras y el indio. Todos estos temas vienen articulados literariamente en el Matín Fierro.
Falleció en su quinta de Belgrano.

viernes, 20 de enero de 2012

Dos sonetos de Félix Lope de Vega Carpio



Miguel de Cervantes le llamó “monstruo de la naturaleza”.
Como dramaturgo renovó el teatro español innovando fórmulas nuevas. Escribió varios centenares de comedias. Hoy muchas de ellas están perdidas pero hay quien afirma que escribió alrededor de 2000.
Uno de los mayores líricos del Siglo de Oro.
Podemos dividir su obra poética en Rimas, Rimas Sacras y Rimas humanas y divinas. Pero además tiene una gran cantidad de poemas desperdigados por sus numerosas obras teatrales.
Como autor de sonetos, se cuentan en su haber más de mil.
Quizá el más conocido sea “Un soneto me manda hacer Violante”.
Aquí, dos sonetos suyos sobre el amor.





¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío
pasas las noches del invierno escuras?


¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí!¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!


¡Cuántas veces el Ángel me decía:
“Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía”!


¡Y cuántas, hermosura soberana,
“mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana.


Lope de Vega
……….



Podríamos llamarlo  “soneto de amor divino”. Jesús llama a la puerta en una noche invernal.
El yo poético emite duros juicios de valor sobre sí mismo como pecador. Se muestraarrepentido, pero se sabe débil y no está seguro de no volver a las andadas.

Dos palabras en desuso actual:
Agora: proviene del latín “ac hora”, en esta hora. Todavía se mantiene su uso en algunos sitios y también poéticamente.
Escuras: Uso vulgar de oscuridad. Del Latín “oscuritas, atis”, falta de luz.

…………….





Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suäve,
olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor; quien lo probó lo sabe.


Lope de Vega
……..


Como contraste al soneto de amor divino, este otro soneto de amor. Amor humano. Original definición del amor.
Lope lo consigue a base de parejas de contrarios en verbos, adjetivos y nombres. Este recurso literario se llama OXÍMORON: Cielo/infierno; provecho/ daño.
Y lo hace también en series de tres con gradación ascendente o descendente: “satisfecho, ofendido, receloso”.





domingo, 15 de enero de 2012

CONFESIONES

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.

Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que  soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.

Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan más serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

Luis García Montero
Podemos escucharle recitando no éste, sino otro poema suyo: “Nuevas confesiones”

Tres estrofas.

Combina con perfección y elegancia versos heptasílabos, alejandrinos y endecasílabos.
Cierra cada estrofa con un verso que es repetición del primero, para cerrar los capítulos de una vida:
-esperó en el ayer cuando niño (“de la letra sin pulso y el verano/de mi primera carta”)  
-espera en el hoy (”con más prisa que el tiempo que me huye”)  
-seguirá esperando (“cuando el amor se abrace con la muerte”) más allá.
…………

Luis García Montero (Granada – 1958) 

Uno de los más prestigiosos poetas de la poesía española de hoy. Premiado con numerosos premios, en 1999 estuvo nominado para el “Cervantes”.

Si obra poética cuenta con los siguientes títulos, entre otros: “Tristia”, “El jardín extranjero”, “Rimado de ciudad”, “Las flores del frío”, “Completamente viernes” y “La intimidad de la serpiente”.

sábado, 14 de enero de 2012

En tanto que de rosa y azucena



En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar, ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena,

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.

Garcilaso de la Vega


………..

El tema sería: “Aprovecha cada momento de tu existencia, sobre todo cuando todavía eres joven, pues el tiempo huye rápidamente”: “Carpe diem, tempus fugit”

Quiero hacer mención al recurso literario que más sobresale en esta composición. Es el HIPÉRBATON: alteración del orden lógico de la frase (sujeto, verbo, complementos). El texto sólo tiene dos puntos, dos oraciones.

La primera abarca los dos cuartetos y el primer terceto. Su orden lógico sería más o menos:

“(Vosotros) Coged el dulce fruto de vuestra alegre primavera, antes que el tiempo airado cubra la hermosa cumbre de nieve; en tanto que la color en vuestro gesto se muestra de rosa y azucena y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende y refrena el corazón; y en tanto que el viento mueve, esparce y desordena el cabello, que en la vena del oro se escogió con vuelo presto, por el hermoso cuello, blanco, enhiesto.”

La segunda corresponde al segundo terceto y sería así:

“El viento helado marchitará la rosa, la edad ligera todo lo mudará por no  hacer mudanza en su costumbre.”

jueves, 12 de enero de 2012

Advertencia




Felipe Benítez Reyes,  poeta gaditano está considerado como uno de los escritores más importantes de la literatura española actual.



"Advertencia" Composición en versos polimétricos con predominio de los endecasílabos y alejandrinos.
El yo poético del poema aconseja guardar sólo lo positivo en el tiempo del desamor, aunque el sufrimiento sea inevitable.

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Si alguna vez sufres -y lo harás-
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.

Así que cuando sufras -y lo harás-
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.



Felipe Benítez Reyes

domingo, 8 de enero de 2012

PRENDIMIENTO DE ANTOÑITO EL CAMBORIO


Elegante, garboso y con la vara de mimbre, viene arrogante Antoñito.
Es el día de Nochebuena y el muchacho roba unos limones.
Los “cinco tricornios” humillan a Antonio Torres Heredia, le privan de su libertad y de su vara.

El poeta le reprocha la cobardía a Antoñito: “si te llamaras Camborio/ hubieras hecho una fuente/de sangre con cinco chorros/…
¡Se acabaron los gitanos…!”

Cerrado el calabozo, los guardias civiles lo celebran bebiendo limonada. El detalle es revelador.





EN EL CAMINO DE SEVILLA

Antonio Torres Heredia,
hijo y nieto de Camborios,
con una vara de mimbre
va a Sevilla a ver los toros.
Moreno de verde luna
anda despacio y garboso.
Sus empavonados bucles
le brillan entre los ojos.
A la mitad del camino
cortó limones redondos,
y los fue tirando al agua
hasta que la puso de oro.
Y a la mitad del camino,
bajo las ramas de un olmo,
guardia civil caminera
lo llevó codo con codo.

El día se va despacio,
la tarde colgada a un hombro,
dando una larga torera
sobre el mar y los arroyos.
Las aceitunas aguardan
la noche de Capricornio,
y una corta brisa, ecuestre,
salta los montes de plomo.
Antonio Torres Heredia,
hijo y nieto de Camborios,
viene sin vara de mimbre
entre los cinco tricornios.

Antonio, ¿quién eres tú?
Si te llamaras Camborio,
hubieras hecho una fuente
de sangre con cinco chorros.
Ni tú eres hijo de nadie,
ni legítimo Camborio.
¡Se acabaron los gitanos
que iban por el monte solos!
Están los viejos cuchillos
tiritando bajo el polvo.

A las nueve de la noche
lo llevan al calabozo,
mientras los guardias civiles
beben limonada todos.
Y a las nueve de la noche
le cierran el calabozo,
mientras el cielo reluce
como la grupa de un potro

F.G.Lorca.

miércoles, 4 de enero de 2012

Rosalía de Castro

Rosalía de Castro 
(Santiago de Compostela, 1837 – Padrón,1885)
De padres desconocidos, desde pequeña mostró interés y facilidad para la música y para la versificación.
Delicada de salud durante toda su vida y de naturaleza depresiva, sufrió de nostalgias y morriña y murió de cáncer a los cuarenta y ocho años.
Hoy es considerada como la poetisa más importante española del soglo XIX. Sus temas preferentes son el pesimismo, el dolor físico, la fugacidad del tiempo y la muerte.
Experimenta con los románticos la polimetría de los versos y prefiere la rima asonante.
Entre sus obras “la flor”, “Follas novas”, “Cantares Gallegos”, “En las orillas del Sar”.










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Antes de conocer a Rosalía y antes de leer ninguna de sus obras, de niño canté  este poema suyo, musicado por el maestro Juan Montes, en el coro del colegio . Por primera vez amé el alma gallega y me emocioné con tanta belleza. Desde entonces, cada vez que empiezo a cantar “Negra sombra” o escucho una versión, se me llena el alma de saudade y vuelvo a emocionerme. Merece la pena oírla en la voz de Luz Casal, acompañada por Carlos Núñez con el sonido sentimental y melancólico de su gaita.

NEGRA SOMBRA

Cuando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pe dos meus cabezales
torna facéndome mofa.
Cando  maxino que es ida
no mesmo sol te me mostras
i eres a estrela que brila
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas;
si choran, es ti que choras
i es o marmurio do río
i es a noite, i es a aurora.
En todo estás e ti es todo
pro min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

Rosalia de Castro  “Follas Novas”