Gonzalo Arango Arias (Andes, Colombia,1931 – 1976)
Prosista, escritor, novelista, dramaturgo y poeta colombiano, fundador
del movimiento literario de vanguardia llamado “nadaísmo”. Él dice que el
“nadaísmo” tiene por objeto “No dejar una fe intacta ni un ídolo en su sitio.”
Entre sus obras, “Después del hombre”, “Prosas para leer en la silla
eléctrica”, “Sexo y saxofón”, “Correspondencia violada” y “El oso y el colibrí.”
Poema a mi sobrenada
El sobretodo es mi mejor amigo
bebemos vino de consagrar en los viñedos
y nos emborrachamos,
compartimos el amor con las mujeres.
Mi sobretodo es sensual y seductor,
en la cárcel era un colchón
en los prostíbulos era un refugio
con las manos hundidas en los bolsillos
que me salvaba del naufragio de los besos baratos
en el invierno me defendía de la lluvia
y en el verano era una sombra luminosa.
Mi sobretodo era una incitación voluptuosa a la pereza,
al calor, al heroísmo, al amor, al invierno.
En los momentos de peligro me hacía pasar por detective
y me daba un aire respetable de gran señor del hampa.
Mi cuerpo se pierde en él cuando me persiguen.
En mi buena época del parlamento él hablaba por mí:
silencioso
tímido
elocuente
ha sido una bella disculpa
para eludir ciertas responsabilidades históricas.
Mi sobretodo es a veces el lecho del amor
en los sitios despoblados de la ciudad
tiene un oculto sabor de pecado prohibido.
Mi sobretodo es un gran honor
tiene más historia que una alfombra mágica.
Yo lo consagro como el receptáculo privilegiado
donde algunas mujeres tendieron su columna vertebral
completamente desnudas
de cara al sol o a la noche.
Mi sobretodo es testigo de la ternura y el terror.
Fue acariciado por manos sofocadas de mujer
y desgarrado por puñales de odio.
Mi sobretodo tiene quemaduras de tabaco
y huellas de disparos asesinos
y marcas sospechosas de labios rojos.
Yo lo empeño por 8 pesos en los momentos de apuro,
mi sobretodo está saturado de sudor animal
tiene residuos de manchas de sangre y aceite…
sonidos vegetales.
Cuando no llueve y hace calor me lo quito
me hundo en la noche oscura y mojada
o me hundo en el día lleno de sol, seco.
Mi sobretodo es humano y feo
y todos los domingos guarda en sus bolsillos.
Revolución
Una mano
más una mano
no son dos manos.
Son manos unidas.
Une tu mano
a nuestras manos
para que el mundo
no esté en pocas manos
sino en todas las manos.
Salvaje esperanza
Éramos dioses y nos volvimos esclavos.
Éramos hijos del sol y nos consolaron con medallas de lata.
Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.
Éramos felices y nos civilizaron.
Quién refrescará la memoria de la tribu.
Quién revivirá nuestros dioses.
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya
querida alma inamansable.
Poema tristísimo
Si muero
te invito al sol
alma mía
y no olvides
llevar tu cuerpo.
Sufriremos felices
y juntos seremos
carne de luz
en la memoria de Dios.
Y si no hay Dios
lo mismo da,
recordaremos el sol
que tanto nos gustaba
allá en Calí Colombia
Nuevo Mundo ¿Recuerdas?
¿O era en la luna?
¡Lo olvidé!
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