“Cántico” es un poema compuesto por 39 liras, de las que sólo he traído 8.
Lírica descripción del proceso amoroso, desde el sufrimiento de la incertidumbre y de la búsqueda, pasando por la adquisición de la certeza y culminando en el éxtasis de la unión.
Todo ello, a través de sugerentes y delicadísimas metáforas. Nada es explícito, todo es velado, pero subsiste y nos llega con más profundidad y nos emociona más que el erotismo explícito
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndomo herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores, los que fueres
allá por las majadas al otero,
si por ventura vieres
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.
Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
no cogeré las flores,
ni temeré las fieras
y pasaré las fuentes y fronteras.
¡Oh bosques y espesuras
Plantadas por la mano del amado!,
¡oh prado de verduras
De flores esmaltado!
Decid si por vosotros ha pasado.
Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y yéndolos mirando,
con sólo su figura
vestidos los dejó de su hermosura.
(…)
Entrado se ha la esposa
En el ameno huerto deseado,
Y a su sabor reposa,
El cuello reclinado
Sobre los dulces brazos del Amado.
(…)
Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Y luego a las subidas
Cavernas de la piedra nos iremos
Que están bien escondidas,
Y allí nos entraremos,
Y el mosto de granadas gustaremos.
Juan de la Cruz
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