viernes, 3 de febrero de 2012

Soneto serenata



Si en el poyo más limpio o más pestífero
de tu cocina fresca y arómática
duermes por no escuchar la dulde plática
de este cautivo pobre lacayífero,

despierta de mi pena al son mortífero
Medea pucheril, Circe fregática,
pues eres la piscina y la probática
que me ha de dar remedio salutífero.

Vuelve los pernizarcos ojos rígidos
a este ojizambo amante en mil recámaras
el alma llena de héticas y tísicas.

Mira que de tener los pies tan frígidos
podrá, señora, ser que me den cámaras,
que para ti serán crueldades físicas.

Lope de Vega
  imagen: museodelarte.blogspot.com  la cocinera de Pieter Aertsen

Me gusta especialmente el juego de construir los adjetivos “pernizarcos” y “ojizambo”cruzando las cualidades:
Zarcos se dice de los ojos (ojos azules.)
Zambo se dice de las piernas (el que tiene las rodillas juntas y las piernas haca afuera.)
El yo poético describe los ojos de esa amante que anda entre fogones, diciendo que son pernizarcos y  a sí mismo como ojizambo.
No menos divertidos son los nombres con los que a ella se dirige: “Medea pucheril” y
 “Circe fregática”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario