lunes, 24 de abril de 2023

Víctor Jara Martínez (Nuble, Chile, 1932 – Santiago de Chile, 1973)

Músico, compositor y profesor, canto-autor, director de teatro y poeta.

De ideología comunista, fue un exponente claro de la llamada “Canción protesta” y de la “Nueva Canción Chilena”. Tras el golpe de estado que derrocó a Salvador Allende, Víctor fue detenido, torturado y asesinado por las fuerzas represivas de la Dictadura militar.

Te recuerdo Amanda

Te recuerdo Amanda

la calle mojada

corriendo a la fábrica

donde trabaja Manuel.

La sonrisa ancha

la lluvia en el pelo

no importaba nada

ibas a encontrarte con él

con él, con él, con él

son cinco minutos

la vida es eterna

en cinco minutos

suena la sirena

de vuelta al trabajo

y tú caminando

lo iluminas todo

los cinco minutos

te hacen florecer.

Te recuerdo Amanda

la calle mojada

corriendo a la fábrica

donde trabajaba Manuel.

La sonrisa ancha

la lluvia en el pelo 

no importaba nada

ibas a encontrarte con él

con él, con él, con él

que partió a la sierra

que nunca hizo daño

que partió a la sierra

 y en cinco minutos

quedó destrozado

suena la sirena

de vuelta al trabajo

muchos no volvieron

tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda

la calle majada

corriendo a la fábrica

donde trabajaba Manuel.

Manifiesto

Yo no canto por cantar

ni por tener buena voz,

canto porque la guitarra

tiene sentido y razón.

Tiene corazón de tierra

y alas de palomita,

es como el agua bendita

santigua glorias y penas.

Aquí se encajó mi canto

como dijera Violeta

guitarra trabajadora

con olor a primavera.

Que no es guitarra de ricos

ni cosa que se parezca

mi canto es de los andamios

para alcanzar las estrellas,

que el canto tiene sentido

cuando palpita en las venas

del que morirá cantando

las verdades verdaderas.

No las lisonjas fugaces

ni las famas extranjeras

sino el canto de una lonja

hasta el fondo de la tierra.

Allí donde llega todo

y donde todo comienza

canto que ha sido valiente

siempre será canción nueva.

jueves, 20 de abril de 2023

Randall Jarrel (Nashville, Estados Unidos, 1914 – Chapel Hill, 1965)

Crítico literario, escritor y poeta.

De naturaleza enfermiza, sufría desórdenes maniáticos. Una noche en la que paseaba por una calle con poca visibilidad, fue atropellado por un coche, causándole la muerte.

Entre sus obras, “The Woman at the Washington Zoo” y “The Lost World.”

Entre sus premios, el National Book Award.

La ametralladora

La sangre destrozada, la llama que persigue,

la máscara perforada y la granada florecida

no son aplacadas –ni la cara que ardió

donde enfocaron los reflectores;

 

en las manos soldadas está nuestra época

y nuestros destino en la cara de hule—

En el trípode del artillero , negro de aceite,

escupe y abre la boca la pitonisa.

 

La muerte del artillero en la esfera de plexiglás

 

Salí del sueño de mi madre en el Estado,

y me enrolé en su vientre hasta que el abrigo mojado

se me heló.

Libertado, a seis millas, del sueño de vida de la tierra,

me desperté al negro fuego antiaéreo y la pesadilla de los cazas.

Cuando morí me lavaron de la esfera con una manguera

Artillero

¿Me enviaron lejos de mi gato y de mi esposa

a un doctor que contó mis dientes y me empujó

hacia una línea en el llano hacia una cocina de hierro en una tienda?

¿Les cabecee a las moscas de las escuelas?

¿Y los luchadores se enrollaron dentro del rastro como conejos?

¿La sangre congelada sobre mí entablillado como una costra

ronqué, todo quieto y gris en la torreta

hasta que las palmeras fuera del mar se volvieron rosa con mi muerte?

¿Y los finales del mundo aquí, en la arena de una tumba

con todas mis guerras encima? ¡Cuán fácil ha sido morir!

¿Tiene mi esposa una pensión para tantos ratones?

¿Las medallas hicieron regresar mi gato a casa?

Imágenes:https://www.blogger.com/

jueves, 13 de abril de 2023

Ramón Andrés (Pamplona, 1955)

Músico, conferenciante, profesor, ensayista y poeta.

Entre sus obras, “Pensar y no caer”, “El mundo en el oído”, “La amplitud del límite” y “La línea de las cosas”.

Plegaria sin juntar las manos

Nadie adivina la amplitud del límite.

Que a un caballo lo forman las llanuras

se olvida, que a una mano su lenguaje.

Habrán de sombrear las migraciones

la muerte de los padres, el camino

que en ti obligaron hasta ver su tiempo

mudable en tu mirada, como el ave

que el estallido emprende el horizonte

huyendo de la tierra que anduviste.

Haya recuerdo, pero no el hogar

de los antepasados. Haya norte

y sur para el que crea en la distancia.

Prosiga a pie lo que empezó en el sueño.

Ramón Andrés

Imagen:https://www.blogger.com/

viernes, 7 de abril de 2023

Antón Castro (Lañas, La Coruña, 1959

Es un escritor, periodista y poeta. Entre sus obras: ‘El corazón desbordado’, ‘El silbo vulnerado’, ‘Los seres imposibles’ y ‘El álbum del solitario’.

Los dos que duermen

No sé si me gusta más levantarme a tu lado al alba

O dormir abrazado a ti. Sentir cómo lates,

Cómo te arrugas sobre ti isma

Como quien busca el acoplamiento perfecto de las almas.

Percibo entonces, antes de que se desaten las tentaciones,

el calor de tu espalda y tus nalgas, el torrente

de la melena y su olor a melocotón o a mora.

Te los digo a manudo: eres atrabiliaria con el champú.

Quedo un instante así, inmóvil como un barco que siente,

tembloroso como la luz de la sinrazón,

me quedo como si fuera un pájaro abatido

que parpadea y sueña el mejor de todos los vuelos.

A veces te duermes. Y ronroneas. Y musitas palabras

intraducibles, frases completas que me cuentas como

si estuvieras presa en la alucinación del olvido.

Estoy feliz así. En ese instante, cuando el mundo

se desmaya, le pido a la carne que no se altere,

que apacigüe sus ardores, que no enturbie la noche

de gemidos y de risas y de batallas de sudor,

y me digo a mí mismo que, algunas veces, el mejor sonido

es el del silencio, el de la respiración de dos que se aman

y escuchan la música del corazón sin saber si despertarán.

Imágenes:https://www.blogger.com/