Soleares
El que quiere
amar, ya ama,
quien sopla
sobre el rescoldo
lo va
convirtiendo en llama.
Descubrí que me
querías.
Ni lo entendí
al descubrirlo,
ni lo entiendo
todavía.
No te dé Dios
el castigo
de enamorarte
de mí
cuando ya no
estés conmigo.
Yo estoy
durmiendo en el suelo
pa que mi cama
no pierda
el hoyito de tu
cuerpo.
Cada vez te
quiero más,
y es que cada
vez estoy
más cerca de tu
verdad.
Y entre toda
esta alegría,
sólo una pena
sin nombre,
no poder
llamarte mía.
Como su puerta
crujía
me la dejaba
entreabierta
hasta las
claras del día.
Pa escribirte
yo mi pena
tintero
chiquito el mar,
poquito papel la arena.
Jesús Tejada
Leyendas bajo el sol
A los poetas numenóreanos en el destierro
Oigo abrirse
las flores y a mis tataranietas
que me llaman
hermano, gozando la justicia
de un ser
humano libre de mercado,
de una igualdad
concreta y personalizada.
Ya se habrá
comprendido que nuestro
movimiento
condiciona la
vida de los astros,
y se superará
la masa crítica,
y dejarán los
necios de ser sabios.
La moral será
ética y el amor, experiencia,
y los sueños
del ser
humano
que se piensa,
con su dolor
seguro y su esperanza a cuestas,
con su vida de
arte y su ciencia, modesta,
fantasía real sobre la verde hierba.
Jesús Tejada
Imágenes:http://www.blogger.com/
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