(Valencia 1985)
No conocía nada de esta poetisa. Dejo cuatro de sus poemas. Confieso que me resultan bastante complicados. No es fácil “hincarles el diente”.
El que más me ha gustado es el titulado “No sé”. Lo leí varias veces y al fin encontré una interpretación que me hizo asentir, pero dudo que tenga que ver algo con la intención de la autora en su composición.
………
No
sé
cuál
de mis curvas
saldrá
a buscarte
esta
noche
ni
cuándo
asumiré
mi
condición
de
llama.
Ser
fuego,
ceniza
entre tus manos
a
la espera del viento,
trenza
de lluvia
que
todo lo arranca.
Y
no basta morder las cuerdas,
la
espera, la búsqueda.
No
hay qué
para
paliar la deuda.
Y
tú me abrazas
pidiendo
perdón,
tú,
con
las manos
repletas
de azar, de nieve.
Para
mí.
Parpadean
mis curvas de fuego.
Prende
el hombre más próximo.
Y
sus manos de azar. Su nieve.
Lucía
Boscá
………..
(Descanso:
no…)
Descanso:
no
aquí
/ sumergido
en
ningún lugar. ¿Y cuántas
vidas
han faltado
para
dar un paso, dos?
¿Qué
habrá
de
las siguientes,
de
todas aquellas,
las
que terminaron
por
empezar?
Lucía
Boscá
……….
(La siembra todavía…)
La siembra todavía…
¡No contar! Sino ser
contado como al pasar el coche rojo
de algún niño.
Salvarse y seguir siéndolo
(fruto, tierra, pan)
entre cajas de cartón
entre cajas de cartón / en el
portal amontonadas:
así
te sentías. ¿Qué podrías
haber dicho tú entonces?
Lucía
Boscá
……..
(Al
interior del pájaro, justo…)
en
su centro: algo
empapado.
Y algo en pequeños ovillos.
Ya
no hay quién, que todo son
conversiones,
y un daño hecho de negro y
de
negro hecho el camino.
Pero
hubo un tiempo,
y
el hombre nacía del pájaro.
Lucía
Boscá
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