domingo, 14 de octubre de 2018


Resultado de imagen de césar calvo poeta
César Calvo (Iquitos, 1940 – Lima, 2000)

Poeta socialmente comprometido y de honda temática, como es la injusticia, la soledad o la muerte.

Entre sus obras, “Carta para el tiempo”, “Poemas bajo tierra”, “Ausencias y retardos”, “El cetro de los jóvenes” y “Ensayo a dos voces” (escrito junto con el también poeta peruano Javier Heraud).
Entre sus premios, el del “Concurso El Poeta Joven de Perú”.


Diario de campaña

Detrás de nuestros actos, como una piel
de voluntad sin tregua, somos
nuestros propios antepasados. No hay roca
que no sea memoria de nosotros, no hay
trigo ni lamento
que no hayamos sembrado o desgajado. Sobre
estos mismos campos donde otros derramaron
las lunas de su sangre, y se alzaron los látigos
y nadie dijo nada: caminamos. A nuestro paso dejan
los muertos de morir, los aún no nacidos
respiran libremente.

(Después de aquella vida que en la ciudad vivimos
como una muerte a medias, esta otra que avanza
sobre el hilo de los disparos en la noche
alta en el corazón nos reconforta.
¡Oh vida amenazada, golpeada
por los vientos, al aire siempre al aire
y delante de sí misma siempre! Tal,

en pos de nosotros, avanzamos, somos
nuestro destino, la patria de los tiempos.
Y desde estas llanuras que son otras, entre
los altos bosques o relámpagos, nos miramos
llegar, nos saludamos).

¡Saluda tierra nuestro paso,
que tuyo es: callado
como el peligro, fértil
como tus leyes, revelado milagro! ¡Salúdalo
en la sangre, en la flor que se abre o en la tumba
que se cierra como una flor sin nadie!

César Calvo

Resultado de imagen de Tumba en el campo

Preguntas y penumbras

¿Y si de pronto huyeran
el valor y el destino
-como alas- de este pájaro
que me lleva a los vientos
o a la muerte?
Tal vez mañana mismo.

Si de pronto volara
de mi pecho
el corazón, cayera
como llave en un pozo:
¿Tú abrirías la puerta, cruzarías
al umbral a mi paso señalado,

buscando entre los muertos?

Es a ti a quien hablo,
a ti que creces
como una larga herida
en mi memoria, a ti que ignoras
como yo
los tatuajes de mi brazo. Es
a ti a quien hablo.
El cuerpo de mi hermano.
Bajo mi cuerpo
tiéndete, acerca tus oídos
a la tierra: ¿Oyes cómo mis manos
te acarician, cómo el mar suena
todavía
desde tu corazón?
Nuestro cuerpo encontremos.

Tras la puerta, otro fuego
devora las montañas,
los sueños
y los hombres. No digas
nunca: “Hay tiempo,
hay tiempo”. Tal vez
mañana mismo,
buscando entre los muertos
el cuerpo del hermano,
nuestro cuerpo encontremos.

César Calvo


Resultado de imagen de Tumba en el campo
Imáhgenes:https://www.google.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario