Por qué aún no me detienes
Por qué aún no me detienes,
sombra
callada la borde de esta hora.
Mi curva es tan pequeña,
tan corto el aire que a mi paso
quiebro.
Tan solo el esqueleto
que en lenta marcha se acomoda
al suelo,
Sería ten sencillo
dejarme resbalar por la
pendiente
del polvo de tus eras,
dejarme descansar donde los
templos
de siglos acumulan
pasiones que ya fueron.
De mi prisión quisiera
sacarme, destruir la
permanencia
sin nombre que bascula.
Perdí la llave, se olvidó la
muerte
de colocar en mí su cerradura.
Ana Francisca Abarca de Bolea
Imagen:https://www.google.com
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