John Kennedy Toole (Nueva Orleans,1937
– Biloxi, Misisipi, 1969)
Autor de la famosísima novela
“La conjura de los necios.” Novela que fue ganadora del Premio Pulitzer,
cuarenta y cuatro años después de morir su autor.
John Kennedy Toole era de
carácter pesimista y sufrió grandes depresiones. Precisamente el no encontrar
quien publicara el manuscrito de su novela, le llevó al alcoholismo y al
suicidio.
Fragmento de 'La conjura de los
necios'
“Soy capaz de tantas cosas y no
se dan cuenta. O no quieren darse cuenta. O hacen todo lo posible por no darse
cuenta. Necedades. Dicen que la vida se puede correr por dos caminos: el bueno
y el malo. Yo no creo eso. Yo más bien creo que son tres: el bueno, el malo y
el que te dejan recorrer. El bueno lo he intentado andar y no me ha ido bien.
Juro que ha sido así. De pequeño hice todo lo que consideré correcto y lo que
esta bendita New Orleans, con sus acordes de ébano y sus insoportables chaquetas
a rayas me inducía a hacer. Estudié profundamente y traté de trasladar mis
conocimientos con pasión. Los estudiantes saben eso. También escribí encerrado
en un pequeño mundo cuarto juntando frases, frustrándome ante las huidizas
buenas palabras y las no menos resbaladizas imágenes, comparaciones,
situaciones, personajes, diálogos. Asumí estar en ese camino porque ese es el
modo como se consiguen los sueños. Al menos eso creía hasta un día, cuando
tenía todo acabado y faltaba la confirmación de que había decidido bien, no
hubo recompensa. No hubo zanahoria. Ahí me di cuenta de que ya estaba
caminando, lejos de mi voluntad, por la otra senda. Esa que no es buena ni mala. Porque está
claro que la buena es buena porque es una opción propia. La mala es mala porque
también es tu opción. Pero la otra no es algo que hayas escogido, por lo cual
no pueden decir que es ciertamente buena o ciertamente mala. Es ciertamente
ajena, impropia. Por ese camino involuntario caminé, llevado de las narices,
arrastrado como un palo sin poder animarme. Tuve que resignarme a ser como
ellos me ordenaban, a aceptar sus juicios y sus rechazos. A comprobar una vez
más que no todos pueden ver más allá de su aliento. A ser víctima de un sistema que hace de gente como yo infelices
zombis o incomprendidos. Y hay que tener el espíritu muy bien templado, tal vez
como acero damasquino o más, para afrontar semejante fuerza.”
John Kennedy Toole
Imágenes:https://www.google.com/
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