martes, 31 de agosto de 2021

Haiku

 

Majestuosa,

l’arrogància dels cignes

ens interroga.

 

Joana Raspall

Imagen:https://www.google.com/

martes, 24 de agosto de 2021

Rubén Martín Díaz (Albacete, 1980)

Escritor y poeta.

Entre sus obras, “Contemplación”, “El minuto interior” y “El mirador de piedra”..


Lluvia


Ha vuelto a casa con la luz del día.

Ligeras laminas

de lluvia

han borrado las huellas de sus prisas,

unas horas atrás,

dejaron en el patio.

Ahora el agua cae con más fuerza

que nunca, es un ruido

bastante peculiar el de la lluvia

cuando golpea

estrepitosamente la mañana.

Es un sonido extraño, sin igual,

un sonido que crece

y que amaina por pura complacencia,

es un sonido terco

pero a su vez relaja.

Y ella duerme desnuda sobre la cama,

duerme, vive en un sueño.

Cuando despierte,

el cielo campará por estas calles.


Rubén Martín Díaz

Imagen:https://www.google.com/

martes, 17 de agosto de 2021

David Mayor (Zaragoza, 1972)

Es Un escritor y poeta, licenciado en Filosofía y Letras y Profesor.

Entre sus obras, ‘En otra parte’. ‘Otra Novela’ y Julio Verne (Biografía).


Estatuas de sal

 

Él se pregunta qué importa que la poesía importe,

que Orfeo cruzara la laguna Estigia,

se diera la vuelta y mirara

donde solo podía mirar.

Ahora quisiera

que el mayor misterio fuese su claridad;

imitar a los poetas chinos cuando dibujan

el corazón limpio de las cosas,

la transparencia del fin.

Pararse y contemplar el mundo,

el cielo sin nubes y los recuerdos,

el rubor de un mirlo que se esconde,

mientras se hace débil la esperanza

y alcanza la felicidad.

Imagen:https://www.oogle.com/

lunes, 9 de agosto de 2021

Alejandra Pizarnic (Buenos Aires, 1936 – 1955)

Estudiante de letras y de pintura, traductora y poetisa.

Entre sus obras, ‘Un signo en tu sombra’, ‘Los trabajos y las noches’, ‘El infierno musical’, ‘Nombres y figuras’ y ‘Una noche en el desierto’.

El despertar

 

Señor

 la jaula se ha vuelto pájaro

y se ha volado

y mi corazón está loco

porque aúlla a la muerte

y sonríe detrás del viento

y mis delirios.

 

Qué haré con el  miedo.

Qué haré con el miedo.

 

Ya no baila la luz en mi sonrisa

ni las estaciones queman palomas en mis ideas.

Mis manos se han desnudado

y se han ido donde la muerte

enseña a vivir a los muertos.

 

Señor,

el aire me castiga el ser.

Detrás del aire hay monstruos

que beben de mi sangre.

 

Es el desastre.

Es la hora del vacío no vacío.

Es el instante de poner cerrojo a los labios

oír a los condenados gritar

contemplar a cada uno de  mis nombres

ahorcados en la nada.

 

Señor.

Tengo veinte años.

También mis ojos tienen veinte años

y sin embargo no dicen nada.

 

Señor,

he consumado mi vida en un instante.

La última inocencia estalló.

Ahora es  nunca o jamás

o simplemente fue.

 

¿Cómo me suicido frente a un espejo

y desaparezco para reaparecer en el mar

donde un gran barco me esperaría

con las luces encendidas?

 

¿Cómo no me extraigo las venas

y hago con ellas una escala

para huir al otro lado de la noche?

 

El principio ha dado a luz el final.

Todo continuará igual.

Las sonrisas gastadas,

El interés interesado.

Las preguntas de piedra en piedra.

Las gesticulaciones que remedan amor.

Todo continuará igual.

 

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo

porque aún no les enseñaron

que ya es demasiado tarde.

 

Señor,

arroja los féretros de mi sangre.

 

Recuerdo mi niñez

cuando yo era una anciana.

Las floras morían en  mis manos

porque la danza salvaje de la alegría

les destruía el corazón.

 

Recuerdo las negras mañanas de sol

cuando era niña

es decir ayer

es decir hace siglos.

 

Señor,

la jaula se ha vuelto pájaro

y ha devorado mis esperanzas.

 

Señor,

la jaula se ha vuelto pájaro.

Qué haré con el miedo.

Hija del viento

 

Han venido.

Invaden la sangre.

 Huelen a plumas,

a carencias,

a llanto.

Pero tú alimentas al miedo

y a la soledad

como a dos animales pequeños

perdidos en el desierto.

 

Han venido

a incendiar la edad del sueño.

Un adiós es tu vida.

Pero tú te abrazas

como la serpiente loca de  movimiento

que sólo se halla a si misma

porque  no hay nadie.

 

Tú lloras debajo del llanto,

tú abres el cofre de tus deseos

y eres más rica que la  noche.

 

Pero hace tanta soledad

que las palabras se suicidan.

Imágenes:https://www.google.com/

lunes, 2 de agosto de 2021


María de Rojas y Garay (León de Huánuco, Perú, 1594- 1622)

 

Escritora y poetisa peruana apodada como ‘Amarilis’. Conocida por su obra: ‘Epístola a Belardo.

..........

 

Epístola a Belardo

 

Tanto como la vista, la noticia

de grandes cosas suele las más veces

al alma tiernamente aficionarla,

que no hace el amor siempre justicia,

ni los ojos a veces son jueces del valor

de la cosa para amarla,

mas suele en los oídos retratarla

con tal virtud y adorno,

haciendo de los sentidos un soborno

(aunque distinto tengan el sujeto,

que en todo y en sus partes es perfecto)

y que los inflama a todos

y busca luego oficiosos modos,

con el que pueda entenderse

el corazón que piensa entretenerse,

con dulce imaginar para alentarse

sin mirar que no puede

amor sin esperanza sustentarse.

El sustentarse amor sin esperanza,

es fineza tan rara, que quisiera

saber si en algún pecho se ha hallado,

que las más veces la desconfianza

amortigua la llama que pudiera

obligar con amar lo deseado;

mas nunca tuve por dichoso estado

amar bienes posibles,

sino aquellos que son más imposibles.

A estos ha de amar un alma osada;

pues para más alteza fue criada

que la que el mundo enseña;

y así quiero hacer una reseña

de amor dificultoso,

que sin pensar desvela mi reposo,

amando a quien no veo y me lastima;

ved qué extraños contrarios,

venidos de otro mundo y de otro clima.

Sal fin de éste, donde el Sur me esconde

oí, Belardo, tus conceptos bellos,

tu dulzura y estilo milagroso,

vi con cuánto favor te corresponde

el que vio de su Dafne los cabellos

trocados de su daño en lauro umbroso

y admirando tu ingenio portentoso,

no puedo reportarme,

del descubrirme a ti, y a mí dañarme.

Mas ¿qué daño podría nadie hacerme

que tu valor no pueda defenderme?

Y tendré gran disculpa,

si el amarte sin verte, fuera culpa,

que el mismo que lo hace,

probó primero el lazo en que me enlace,

durando para siempre las memorias

de los sucesos tristes,

que en su vergüenza cuentan las historias. 

Esto mi voluntad te da y ofrece

y ojalá yo pudiera con mis obras

hacerte prendas de mayor estima,

mas donde tanto se merece,

de nadie no recibes, sino cobras

lo que te debe el  mundo en prosa y rima.

He querido, pues viéndote en la cima

del alcázar de Apolo,

con su propio dueño, único y solo.

pedirte un don, que te agradezca el cielo,

para bien de u alma y mi consuelo.

No te albo rote, tente,

que te aseguro bien que te contente,

cuando vieres mi intento,

y sé que lo harás con gran contento,

que al liberal no importa para asirle,

significar pobrezas,

pues con que más se agrada es con  pedirle.

Yo y mi hermana, una santa celebramos,

cuya vida de nadie ha sido escrita,

como empresa que muchos han  tenido;

el verla de tu mano deseamos,

tu dulce Musa alienta y resucita,

y ponla con estilo tan subido

que sea donde quiera conocido

y agradecido sea

de nuestra santa virgen Dorotea.

¡Oh, qué sujeto, mi Belardo, tienes

con que de lauro coronar tus sienes,

podrás, si no emperezas,

contando de esta virgen las grandezas,

que reconoce el cielo,

y respeta y adora todo el suelo,

de esta divina y admirable Santa

su santidad refiere,

y dulcemente su martirio canta!

Ya veo que tendrás por cosa nueva

no que te ofrezca censo un mundo nuevo,

que a ti cien mil que hubiera te lo dijeran,

mas que mi Musa rústica se atreva

a emprender el asunto a que me atrevo,

hazaña que cien Tassos no emprendiera,

ellos, al fin, son hombre y temieran,

mas la mujer, que es fuerte,

no teme alguna vez la misma muerte.

Pero si he parecídote atrevida,

a lo menos parézcate rendida,

con fines desiguales

Amor los hace con su fuerza iguales.

Y quédote debiendo

no que me sufras, mas que estés oyendo

con singular paciencia mis simplezas,

ocupado continuo

en tantas excelencias y grandezas.

Versos cansados, ¿qué furor os

lleva a ser sujetos de simpleza indiana

y a poneros en brazos de Belardo?

Al fin, aunque amarguéis, por fruta nueva,

os vendrán vuestro gusto bronco y tardo,

el ingenio gallardo,

en cuya mesa habéis de ser honrados,

hará vuestros intentos disculpados,

navegad, buen viaje, haced la vela

guiad un alma, que sin alas vuela.

magen:https://www.google.com/I