Emilio Comas Paret (Caibarien, Cuba, 1942)
Pedagogo,
profesor de historia y poeta.
Entre sus
obras, “Bajo el cuartel de proa”, “De Cabinda a Cunene”, “La agonía del pez
volador”, “Contar los dedos” y “El dulce amargo de la desesperación.”
Otra vez la Habana
Madrugada de La
Habana
pisar de pasos
sin prisas
inimaginables
risas
y el tañer de
una campana.
Bajel que avanza
sin gana
remontando la
corriente
efluvios del
aguardiente
bronco golpe
del bongó
Habana de un
guaguancó
novia sin el
pretendiente.
Cómo cantarte
mulata
inspiradora de
cantos,
de cantores, de
quebrantos
y amaneceres de
plata.
Cuando mi voz
se aquilata
para cantarte
otra vez
siento, similar
al pez
que se escapa
de la naza
mi humilde
canto en la plaza
como el bordado
de un tres.
Al final en mi
ilusión
me conformo con
tan poco
que por vivirte
estoy loco,
explota mi
corazón.
Voy ausente,
soy galeón
envuelto en
llamas, brulote
convertido en
papalote
por volar en tu
cintura
y saborear la
dulzura
de la costa
desde un bote.
Quisiera que el
sentimiento
se convirtiera
en palabras
en música y que
le abras
tu corazón a mi
intento.
Quisiera que al
fuerte viento
te refugiaras
en mí
ser tu amante,
un gran cemí
como el gran
dios del dinero
y escribirte un
buen bolero
antes de partir
de aquí.
Y cuando en tu
madrugada
mis amigos me
despidan
entre risas que
ya olvidan
y lágrimas de
algún hada.
Cuando mi
cuerpo sea nada
éste, mi poema
será
el que te
recordará
al alborear la
mañana
cuanto te quise
mi Habana
te espero en la eternidad.
El retablo del asombro
El mundo es el
retablo del asombro.
Las gotas de
sangre multiplican
en progresión
geométrica.
Un hombre mira
hacia el poniente.
¿Dónde está el
rey de los judíos?
¿Dónde su carga
de bienaventuranzas?
La sangre surge
a chorros
de las cabezas
cercenadas
brota en la
reventazón de los oídos
de cráneos
hechos trizas
por la
explosión descomunal.
La decencia, el
perdón y la misericordia
se tiñen con la
sangre
despeñan
presurosas su escapada
en un locuaz
silencio.
Un hombre mira
a donde nace el sol.
Al rey de los
judíos
aún le duelen los clavos en las manos.
Imágenes:https://www.blogger.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario