Amar el día, aborrecer el día
Amar el día,
aborrecer el día,
llamar la noche y despreciarla luego, temer el fuego y acercarse al fuego, tener a un tiempo pena y alegría.
Estar juntos
valor y cobardía,
el desprecio cruel y el blando ruego, tener valiente entendimiento ciego, atada la razón, libre osadía.
Buscar lugar
en que aliviar los males
y no querer del mal hacer mudanza, desear sin saber qué se desea.
Tener el
gusto y el disgusto iguales,
y todo el bien librado en la esperanza, si aquesto no es amor, no sé qué sea.
María de
Zayas
Imagen:https://www.google.com/
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