martes, 3 de abril de 2012

Ángela Figuera Aymerich


Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 1902 – 1984)
Licenciada en Filosofía y Letras y Catedrática de Lengua y Literatura.
Formó el llamado “triunvirato vasco de la literatura de la post-guerra” junto con Blas de tero y Gabriel Celaya.
Entre sus obras, “Mujer de barro”, “Belleza cruel” y “Toco tierra”.
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Libertad

A tiros nos dieron cruz y raya.
En cruz estamos. Raya. Tachadura.
Borrón y cárcel nueva. Punto en boca.
Si observas la conducta conveniente,
podrás decir palabras permitidas:
invierno, luz, hispanidad, sombrero.
(Si se te cae la lengua de vergüenza,
te cuelgas un cartel que diga “mudo”,
tiendes la mano y juntas calderilla.
Si calzas los zapatos según norma,
también podrás cruzar a la otra acera
buscando el sol o un techo que te abrigue.
Pagando tus impuestos puntualmente,
podrás ir al taller o a la oficina,
quemarte las pestañas o las uñas,
partirte el pecho y alcanzar la gloria.
También tendrás honestas diversiones.
El paso de un entierro, una película
de las debidamente autorizadas,
fútbol del bueno, un vaso de cerveza,
bonitas emisiones en la radio
y misa por las tardes los domingos.
Pero  no pienses libertad,  no digas,
no escribas libertad, nunca consientas
que se te asome al blanco de los ojos,
ni exhale su olorcillo por tus ropas,
ni se te prenda a un rizo del cabello.
Y, sobre todo, amigo, al acostarte,
no escondas libertad bajo tu almohada
por ver si sueñas con mejores días.
No sea que una noche te incorpores
sonambulando libertad y olvides,
y salgas a gritarla por las calles,
descerrajando puertas y ventanas,
matando a los serenos y los gatos,
rompiendo los faroles y las fuentes,
y el sueño  de los justos, porque entonces
punto final, hermano, y Dios te ayude.

Ángela Figuera Aymerich
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Es este un ejemplo de la llamada poesía social que tanto abundó a mediados del siglo pasado. De la buena poesía social, porque hubo otra de carácter panfletario que no ha quedado. Aunque sin nombrarlo expresamente hace referencia a la época de la posguerra en plena dictadura franquista.
Es un poema de denuncia, lleno de ironía, en perfectos endecasílabos blancos (no rimados).

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