domingo, 4 de octubre de 2020

David Eloy Rodríguez (Cáceres. 1976)

Ha estudiado Antropología y Comunicación audiovisual. Narrador y poeta- Pertenece al colectivo andaluz de escritores “La Palabra Itinerante”. Es además escritor de canciones, video-poemas y guiones de cómic.

Entre sus obras, “Charuf”, “Este loco mundo”, “Asombros”, “Los huidos”, “Para nombrar una ciudad” y “Miedo de ser escarcha.”

Entre sus premios, el “Premio de Poesía Universidad de Sevilla 1995”, el “Premio de Poesía Fernando Quiñones, 1998”, el “Premio internacional Surcos de Poesía” y el “Premio Creación Joven 2007 de poesía.”

Marat-Sade 1998

El problema ahora

es que hay muchos vigilantes

y pocos locos.

El problema ahora

es que la jaula está

en el interior del pájaro.

 

Criaturas

Hay palabras que van y vienen de uno a otro lado

casi sin notarse, como la luz unta el día,

cumpliendo un pacto antiguo.

 

Hay palabras que languidecen igual que amores

que decaen, tristes, en anemia o burocracia,

fatigados de pérdida.

 

Hay palabras que se comprenden en los severos

dominios del invierno, palabras malheridas,

infaustas cortesanas en los fueros de un rey cruel.

 

Hay palabras como fúnebres farsas o sombras

sin figura o guiñapos en las fauces de cachorros,

palabras vencidas por su propio veredicto

igual que barcos que tan sólo trasladaran

enfermedades infecciosas de isla a isla.

 

Hay palabras que huyen en barcazas de ciprés

por el río de la misericordia, audaces,

prófugas, sin reposo.

 

Hay palabras como peces turbios en un lago

de dolor cristalino.

Hay palabras dulces masticando sal.

 

Hay palabras que son cisnes nadando aguas extintas.

Hay palabras como hormigas en el mar

que intentan alcanzar la tierra.

 

Hay palabras imantadas, clérigas de arcaicos

saberes, muy turbadoras palabras con alas

de perro, tan diestras en

hablar desde otro tiempo y nacer en este instante.

 

Hay palabras que golpean tenaces la puerta

de tu casa con la sombra de sus puños. Insisten,

como la lluvia sobre las lápidas insisten,

precisas, feroces.

 

Hay pecios del ruido del mundo, palabrería.

 

Hay palabras como palomas que se disputan

migajas de este cielo.

Hay palabras con nariz de payaso, palabras

como gafas de ver.

 

Todas, todas ellas devoran

implacables, cruciales, el país de lo sin nombre,

todas imponen su presencia arrogante, convierten

el oro del misterio en piedra pura.


Cada corazón en el filo

¿Adónde huir? ¿Adónde los endemoniados?

¿Qué refugios, qué búsquedas, qué siembras?

Predican niebla y desesperaciones,

 

¿Qué protege, anida, salva?

Propagan estigmas y crueldades,

 

¿Cómo la resistencia?

En mitad de la guerra estudiar

la trayectoria de cada bala.

 

¿Cómo encontrar las palabras necesarias

para decir?

 

Cuando las luces se apagan

todos sueñan con un motín de mariposas,

con luces encendidas. 

Imágenes:https://www.google.com/

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