viernes, 21 de diciembre de 2012

Valle-Inclán




Fue un genio. Como poeta no desmerece su obra a la de su prosa ni a la de su teatro.
Su libro de poemas más peculiar y significativo es “La pipa de kif” y es muy divertido. De este libro, transcribo un poema en pareados, que espero leáis con atención para captar bien toda su “malévola” intención y sus ganas de provocar:






¡ALELUYA!

Por la divina primavera
me ha venido la ventolera

de hacer versos funanbulescos
-un purista diría grotescos-.
 
Para las gentes respetables
son cabriolas espantables.

Cotarelo la sien se rasca,
pensando si el Diablo lo añasca.

Y se santigua con unción
el pobre Ricardo León.

Y Cejador, como un baturro
versallesco me llama burro.

Y se ríe Pérez de Ayala
con su risa entre buena y mala.

Darío me larga en la sombra
una mano, y a Poe me nombra.

Maga estrella de pentarquía
sobre el pecho anuncia el día.

Su blanca túnica de Esenio
tiene las luces del selenio.

¡Sombra del misterio delta
vibra en tu honor mi gaita celta!

¡Tú amabas las rosas, el vino
y los amores del camino!

Cantor de Vida y Esperanza,
para ti toda mi loanza.

Por el alba de oro que es tuya.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Y con un guiño a hurto de maura
me responde Clemencina Isaura.

En mi verso rompo los yugos
y le hago la higa a los verdugos.

Yo anuncio la era argentina
de socialismo y cocaína.

De cocotas con convulsiones
y de vastas Revoluciones.

Resplandecen de amor las normas
eternas. renacen las formas.

Tienen la gracia matinal
del Paraíso Terrenal.

Detrás de la furia guerrera,
la furia de amor se exaspera.

Ya dijo el griego que la furia
de Heracles engendra lujuria.

No cambia el ritmo de la vida
por una locura homicida.

A mayor fiebre de terror
mayor calentura de amor.

La lujuria no es un precepto
del Padre: es su eterno concepto.

hay que crear eternamente
y dar al viento la simiente:

el grano de amor o veneno
que aposentamos en el seno.

El grano de todas las horas
en el gran Misterio sonoras.

¡Y cuál será mi grano incierto?
¡Tendré su pan después de muerto!

¡Y de mi siembra no predigo!
¿Será cizaña? ¿Será trigo?

¿Acaso una flor de amapola
sin olor? La gracia española.

¿Acaso la flor digital
que grana un veneno mortal

bajo el sol que la enciende? ¿Acaso
la flor del alma de un payaso?

¡Pálida flor de la locura
con normas de literatura!

¿Acaso esta musa grotesca
-ya no digo funambulesca-,

que con sus gritos espasmódicos
irrita a los viejos retóricos

y salta luciendo la pierna,
¿no será la musa moderna?

Apuro el vaso de bon vino
y hago cantando mi camino.

Y al compás de un ritmo trocaico,
de viejo gaitero galaico,

llevo mi verso a la farándula:
Anímula, Vágula, Blándula.
…………

“La pipa de kif” puede considerarse la obra maestra de Valle-Inclán en poesía.
Metido de lleno en la corriente modernista utiza sus elementos hasta el límite, hasta la grotesca distorsión. El Esperpento, género teatral que él invento con mucho éxito, puede aplicarse a este libro poético con mucha propiedad.

Sus poemas expresan ruptura, provocación, cierta violencia y, en ello, se aproxima a las tendencias de las vanguardias del  momento.

En el poema ¡ALELUYA!, la única admiración que muestra en el poema es por Rubén Darío. Tiene un verso en que hace referencia a la obra de Rubén “Canciones de Vida y Esperanza”. Ningún respeto le merecen el resto de poetas y críticos del momento a quienes provoca, cuando no los ignora.
Termina su poema exponiendo su poética en expresiones libres y muy desenfadadas.

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